Barco típico de guerra del primer siglo AC. Impulsado mediante una gran vela cuadra suspendida de un mástil que surgía del centro de su eslora, que se podía convertir en latina y por dos órdenes de remos colocados en cada banda. La vela se solía desmontar y dejar en tierra, si era posible, antes de la batalla. Eran barcos de unos 30m de eslora y 3 a 4 m de manga, realizados en madera de abeto o pino, ligera, por ello eran barcos maniobrables, rápidos y ligeros. De escaso calado, con una estrecha pasarela de combate o "corvus" y un espolón muy poderoso, de bronce, que podían desenganchar de la proa en caso que se quedase enganchado en algún otro barco.
Además podían tener una pequeña elevación donde se situaban arqueros y algunas de ellas levaban un "escorpion" o ballesta, capaz de atravesar de una vez hasta cuatro soldados enemigos. Estos barcos solamente servían para navegar con buen tiempo, y nunca pasaban la noche en el agua. Al atardecer llegaban a costa y no se les dejaba en el agua ni de noche, habitualmente se les sacaba del agua y quedaban en la orilla o en cobertizos para tal fin.
Habitualmente estaban tripulados por remeros profesionales, los esclavos aparecieron a partir de las persecuciones cristianas.
